Los intercambios juveniles han formado parte de la vida del ser humano durante mucho tiempo, la experiencia de visitar otras culturas ha sido un método de aprendizaje eficaz y que a largo plazo brinda nuevas herramientas a los participantes, para afrontar de otra manera las diversas situaciones que representa la vida diaria.
Normalmente estos procesos se presentan desde la época escolar y la universitaria, siendo esta última la más común para iniciar este sistema, debido a la gran capacidad de estos individuos de aprovechar al máximo las enseñanzas que aporta el nuevo ambiente para ellos y de esta manera lograr adaptar esto al ámbito laboral y en algunas ocasiones al ámbito familiar.
Aprender un nuevo idioma
Es bien conocido que los individuos participantes en este intercambio cuentan con más beneficios que la mayoría de la población contemporánea, el currículum es más amplio con esta experiencia y la capacidad de encontrar empleo es aún mayor, todo esto debido a la adquisición de un nuevo idioma que permite una comunicación fluida con una población aún más amplia, en ocasiones se aprende más de una lengua, lo que otorga un beneficio adicional.
Además del idioma, el entendimiento de la cultura extranjera es un recurso valiosísimo por varios motivos, el más importante se basa en la internalización de la problemática que pueda estar sucediendo en ese país y de esta manera comprender realidades muy distintas a la suya, a esto se suma el adoptar nuevas costumbres, al igual que tradiciones las cuales le brindan una perspectiva de vida diferente.
Una de las razones de mayor peso para participar en estos intercambios es el conocer individuos que provienen de otras naciones, quienes formarán lazos amistosos y compartirán grandes momentos en tan gratificante experiencia. Estos lazos son importantes y usualmente se mantienen durante un largo periodo de tiempo o quizás para siempre.
Este sistema presenta un reto para los participantes por las constantes situaciones que se dan a lo largo de la experiencia y que no están acostumbrados a experimentar en su país. Se crea igualmente independencia en el individuo ya que este proceso lo realiza el estudiante solo y los padres pasan a un segundo plano.
Los países con más intercambios
Los países comunes para esta clase de intercambios son Australia, Nueva Zelanda y los Estados Unidos. El país australiano es el que se adueña de las elecciones de los participantes gracias a sus atracciones turísticas, como sus playas paradisíacas además de contar con una Ley de Servicios Educativos para estudiantes extranjeros.
Estados Unidos toma el segundo puesto gracias a su diversidad cultural y costumbres marcadas, que dan una vista más real del estilo de vida americano, el cual se diferencia mucho de la presentada en el cine. Además de ser uno de los países más importantes del mundo y presenta alternativas de estudio y trabajo para los participantes del intercambio.
Por último Nueva Zelanda se erige como el tercer país seleccionado por los estudiantes por su alto nivel deportivo, además de contar con un buen sistema educativo y ambientes tropicales y una naturaleza atrapante, que fomenta el disfrute de los extranjeros en estas tierras oceánicas.