A principios de 2020 empezó a llegar a Europa y América un nuevo virus, el covid 19, en pocos meses estalló una pandemia mundial que nos hizo cambiar muchas cosas de nuestra vida diaria, cosas sencillas y comunes, rutinas e incluso se interpusieron restricciones que nos impedían salir de casa, incluyendo a los niños que por tanto no podían ir a sus centros de estudio ya fuesen colegios , institutos o universidades.
En ese momento hubo que cambiar hábitos y la educación se adaptó de mejor o menor medida a algo que nadie se esperaba.
Estudio a distancia
Gracias a aplicaciones como Zoom muchos estudiantes se conectaban con sus profesores para poder dar clases , con dispositivos como tablet u ordenadores se intentó seguir dando las materias pendientes y examinar a los alumnos.
Refuerzo en cursos o plataformas online
Ya no podías contar con un profesor particular que te ayudara con las asignaturas que mas costaban ni tampoco estudiar actividades extra escolares que interesan pero no se dan en los colegios, así que las plataformas de cursos online fueron la salvación para muchos. E incluso para adultos que querían hacer con su tiempo libre algo productivo.
La desescalada
Cuándo la situación sanitaria fue mejorando y las escuelas volvieron a abrir se hizo con unas medidas de seguridad como intentar respetar la distancia entre personas de metro y medio y por consiguiente que menos alumnos pudieran estar en una clase. Eso llevado a la práctica significaba que si un profesor antes daba clase a treinta alumnos , ahora le daba clase a quince, por tanto fue algo beneficioso porque podía estar más atento a las necesidades y dudas de cada alumno y dar la materia de una forma un poco más personal y con menos distracciones también para los alumnos.
¿Cuáles fueron los grandes problemas?
Las desigualdades económicas hicieron que no para todas las familias fuera sencillo adoptar las clases online.No todo el mundo tiene acceso a internet y no todo el mundo puede permitirse que sus hijos tengan a su disposición una tablet y un ordenador durante las horas suficientes que tiene el horario escolar más luego el de hacer los deberes, ya que los padres también pueden necesitar ese ordenador, ¿y si tienes más de un hijo? necesitarás un dispositivo para cada uno y esto fue un problema en muchas familias.
La conciliación también fue otro problema, tener niños en casa mientras tu estas teletrabajando no es algo sencillo de gestionar y el niño, dependiendo de la edad, puede no entender ciertas normas o tener unas necesidades especiales.
Este tipo de problemas se ha traducido en un par de años con una caída notable en las buenas notas de los alumnos, en fracaso escolar y en desmotivación generalizada. Nadie estaba preparado para lo que tuvimos que afrontar.